miércoles, 25 de julio de 2012

Mandatos del Shabat


Estos son los mandatos acerca del Shabat:

1.      El día séptimo es Shabat o cuando el Eterno designe otro día de la semana (Éxodo 20:11, Levítico 23)
2.      Recordar el día de Shabat para santificarlo (Éxodo 20:8)
3.      Consagrar el Shabat al Eterno tu D-os (Éxodo 20:10)
4.      Es Santa convocación (Levítico 23:2-3; Lucas 4:3, 4:16, 6:6, 13:10; Marcos 1:21; Juan 5:9)
5.      Trabajar seis días y hacer en ellos toda nuestra labor (Éxodo 20:9, 31:15, 35:2; Levítico 23:3)
6.      No hacer labor alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu animal, ni el extranjero que esté en tu casa (Éxodo 20:10)
7.      No encender fuego en nuestras habitaciones en Shabat (Éxodo 35:3)
8.      Recordar el Shabat como éxodo de Mitzraim o Egipto (Deuteronomio 5:15)
9.      No cocinar (Éxodo 16:22-29)
10.  No llevar carga (Éxodo 16:22-29, Números 15:32-34, Jeremías 17:21-27)
11.  Ver el Shabat como deleite y no como carga (Amos 8:5-6; Isaías 56:2, 58:13-14)
12.  No vender ni comprar, por ende, no hacer transacciones monetarias (Nehemías 13:15-21; Jeremías 17:21)
13.  No viajar en Shabat (Éxodo 16:29; Mateo 24:20; Lucas 4:16)
14.  No hacer nuestra voluntad en Shabat (Isaías 56:4-6)
15.  No profanar el Shabat (Éxodo: 31:14; Isaías 56:4-6; Nehemías 13:17-18; Mateo 2:27)
16.  Presentar holocaustos y ofrendas (Números 28:9-10; 1 Cron. 9:32, 23:31; 2 Cron. 2:4, 8:13, 31:3; Ezequiel 45:17)
El Eterno nos dio el Shabat como pacto, somos hijos de Israel, independientemente de qué rama sigamos del judaísmo. Es nuestra responsabilidad, complacer la voluntad del Eterno como hijos que somos de Él. Estos mandatos los encontré en el Tanaj y en el Brit haDashá. Tenemos que cumplir con los mandamientos del Eterno. No tomé en cuenta los mandamientos que puedan enseñar los sabios de Israel en otros libros que no estén en el Tanaj. Guardemos el Shabat y seamos fieles al Pacto del Eterno con nosotros.

martes, 17 de julio de 2012

Honrar a Padre y Madre


Este  estudio lo realizo para que lo enseñe a sus hijos y a los demás padres que estén interesados en criar a sus hijos de acuerdo a las escrituras y obviamente para que Ud. lo aplique en la vida personal y obtenga la promesa dada a nosotros como hijos de más años en este mundo y esos años vivirlos felices.

Amados, ahora somos hijos de D-os (Juan 3:2-3), a un padre uno lo ama, lo respeta, lo honra, le obedece, si D-os fuera nuestro padre de solo amor ¿nos daría órdenes para vivir mejor? ¿No les da Ud. órdenes a sus hijos para que se comporten? ¿Qué pasa si le desobedecen, los castiga o refuerza esa conducta? Al mismo nivel nos trata el Eterno, somos hijos del D-os todo poderoso y por eso hay que obedecerle, recordemos lo que dijo Yeshua: ¡Ni os pase por la mente la idea de que he venido para declarar abrogada la Torah (Ley, instrucción) o los profetas! No he venido a abrogar sino a mostraros cómo interpretarla correctamente. Porque de cierto les digo, hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una yod ni un adorno de una letra sagrada, pasará de la Torah hasta que todo se cumpla. Por tanto, quienquiera que desobedezca uno solo de los mandamientos de la Torah, hasta el más pequeño y enseñe así a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los Cielos. Mas cualquiera que los obedezca y enseñe así a los hombres, muy grande será llamado en el Reino de los Cielos (Mateo 5:17-19).

Aquí Yeshua nos habla varias cosas. La yod es la letra más pequeña del alfabeto hebreo y el mandamiento más pequeño es: si en tu camino hallas el nido de un pájaro en algún árbol o sobre la tierra, con pichones o con huevos y con la madre echada sobre ellos, no tomarás a la madre con los pichones. Dejarás libre a la madre y tomarás los pichones. Con ello serás feliz y prolongarás tus días (Deuteronomio 22:6-7). Si somos fieles en lo poco, seremos fieles en lo mucho, pero si somos deshonestos en lo poco, seremos deshonestos en lo mucho (Lucas 16:10).

Entonces, vemos que los mandamientos que el Eterno nos dio siguen en vigencia, Yeshua y su meseanidad nunca abolieron los mandamientos y si cumplimos hasta en el mandamiento más pequeño, expuesto arriba, podremos cumplir el más grande de todos: y acercándose uno de los saduceos que oyó la discusión y se había dado cuenta que Yeshua había expuesto correctamente, le preguntó: Rabí, ¿cuál es el principal mandamiento de todos? Respondió Yeshua: el principal es: ¡Escucha Israel, Yahveh es nuestro D-os, Yahveh es Uno! Y amarás a Yahveh tu D-os con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza (Marcos 12: 28-30; Deuteronomio 6:4-5).

Además, aquí nos da él un mandamiento implícito, haga y enseñe, no se puede enseñar sin hacer. No tenemos la autoridad moral para llamarle la atención a alguien cuando uno está en el mismo error. ¡Hipócrita! Extrae primero la viga de tu ojo y podrás ver con claridad para extraer la paja en el ojo de tu hermano (Mateo 7:5). Pablo nos enseña lo mismo: He aquí que te identificas como judío y te apoyas en la ley y vives alabando por ello a D-os y conoces Su voluntad e instruido por la ley apruebas lo mejor y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de los niños, que tienes en la ley la sustancia del verdadero conocimiento y de la verdad; tú pues que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos ¿entras al Templo ebrio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a D-os? Porque por judíos como estos, el nombre de D-os es blasfemado entre los gentiles por causa de Ustedes como está escrito (Romanos 2:17-24) ¿Con qué autoridad le dicen a sus hijos hónrennos, si alguno de los dos no honra a sus padres? Aquí no aplicó, aplica ni aplicará el haga cómo yo digo, no cómo yo hago. Si somos fieles en lo poco seremos fieles en lo mucho. ¿No es cierto que si sus hijos se ganan su confianza pueden salir a jugar afuera y no solo quedarse adentro? Si obedecen en ordenar el cuarto, respetarse, acostarse a cierta hora, hacer sus tareas, etc. pueden hacer cosas más grandes porque tienen su confianza y confían que cuando Uds. no estén vigilándolos se portarán como si lo estuvieran, ¿no es cierto? Así es el Eterno con nosotros desde el punto de vista bíblico.

El Eterno es un D-os de amor, como un padre cualquiera, pero un padre por amor disciplina. ¿Ud. ama a sus hijos, sí o no? ¿Ud. los disciplina con amor, sí o no? Si sus respuestas fueron sí entonces, no hay que ver los mandamientos del Eterno como carga si no como una forma de vida por amor a Él y si desobedece alguno de sus hijos ¿no reciben un castigo? ¿No es eso disciplina? Así como hacen Uds. ¡así hace nuestro padre todopoderoso!

Entonces, desde este punto de vista bíblico y no desde el marco único religioso vamos a avanzar con las ordenanzas que nuestro padre de amor nos dio para respetar a la autoridad en la Tierra, porque si no respetamos a la autoridad aquí en la Tierra ¿cómo esperamos respetar a nuestra mayor autoridad, el D-os de Israel, el todopoderoso? Aunque suene trillado pero si somos fieles en lo poco seremos fieles en lo mucho, siempre tengan eso en cuenta.

Mandamientos a los Hijos

Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra que Yahveh, tu D-os te da (Éxodo 20:12)

Y el que golpee a su padre o a su madre, será muerto (Éxodo 21:15)

Y el que maldiga a su padre o a su madre, será muerto (Éxodo 21:17)

Cada uno de vosotros temerá a su madre y a su padre y guardará Mis Shabat (Levítico 19:3)

Honrarás a tu padre y a tu madre, como Yahveh, tu D-os, te lo ha mandado, para que vivas largos años y seas feliz en la tierra que Yahveh, tu D-os te da (Deuteronomio 5:16)

Si un hombre tenga un hijo indócil y rebelde, reacio a obedecer a su padre o a su madre aun castigado por ello, ambos progenitores lo tomarán y lo llevarán ante los ancianos de la ciudad, junto con el portal de ella y dirán a los ancianos: “Este hijo nuestro es desobediente y rebelde. No escucha nuestra voz, es voraz y bebedor”. Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta que muera. Así extirparás el mal de entre vosotros, todo Israel lo sabrá y temerá. (Deuteronomio 21:18-21)

Oíd, hijos, el castigo del padre y estad atentos para que sepáis inteligencia, porque os doy buena enseñanza, no desamparéis mi Torah (Proverbios 4:1-2)

Al que insulte a su padre o a su madre, se le apagará la lámpara en la más negra oscuridad (Proverbios 20:20)

A tu propio amigo y al amigo de tu padre no lo abandones (Proverbios 28:24)

El que roba a su padre o a su madre y dice que no es pecado, es digno compañero de bandidos (Proverbios 28:24)

Al ojo que se ríe de su padre y se niega a obedecer a su madre, lo sacarán las aves de rapiña del cielo y lo comerán aguiluchos (Proverbios 30:17)

Hijos míos, escuchen los consejos de su padre, póngalos en práctica y se salvarán, porque el Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos. Quien honra a su padre expía sus pecados, quien respeta a su madre acumula tesoros. Quien honra a su padre recibirá alegría de sus hijos y cuando rece, su oración será escuchada. Quien respeta a su padre tendrá vida larga, quien obedece al Señor conforta a su madre y sirve a sus padres como si fueran sus amos. Honra a tu padre de palabra y obra para que su bendición llegue hasta ti, porque la bendición del padre asegura la casa de sus hijos y la maldición de la madre arranca los cimientos. No te gloríes en la deshonra de tu padre porque su deshonra no es motivo de gloria. La gloria de un hombre depende de la honra de su padre y una madre deshonrada es la vergüenza de los hijos. Hijo, cuida a tu padre en su vejez y durante su vida no le causes tristeza, aunque haya perdido la cabeza, sé tolerante con él, no lo desprecies, tú que estás en la plenitud de tus fuerzas. La compasión hacia al padre no será olvidada, te servirá para reparar tus pecados. En la tribulación el Señor se acordará de ti y tus pecados se diluirán como el hielo ante el calor. Quien abandona a su padre es un blasfemo, maldito del Señor quien irrita a su madre (Eclesiástico 3:1-16)

Honra a tu padre con todo tu corazón y no olvides los dolores de tu madre. Recuerda que gracias a ellos has nacido, ¿cómo les pagarás lo que han hecho por ti? (Eclesiástico 7:27-28)

No bromees con el insensato, no sea que insulte a tus padres (Eclesiástico 8:4)

Para este tiempo se le acercan a Yeshua unos fariseos y saduceos venidos de Jerusalén, diciendo: ¿Porqué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros jueces? Pues no se lavan las manos cuando van a comer pan. Mas él respondiendo les dio: ¿y porqué también vosotros quebrantáis el mandamiento de D-os por vuestra tradición? Porque D-os dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y “el que maldiga al padre y a la madre, será condenado a muerte”. Mas vosotros interpretáis así: “cualquiera que diga al padre o a la madre: es korbán todo aquello con lo que podría ayudarte, ya no está bajo ningún modo obligado a sostener financieramente a su padre y a su madre”. Tal interpretación destruye la Torah y eso es lo que habéis hecho con vuestra tradición. ¡Hipócritas! (Mateo 15:1-7)

Y ciertos escribas y fariseos llegados de Jerusalén se reúnen con él y viendo que algunos de sus discípulos comían pan con manos inmundas, es decir, no ritualmente purificadas (porque los fariseos imponían a todos los judíos la tradición recibida oralmente por sus líderes que a menos que se hiciese desde el principio el lavamiento de las manos, no se debería comer pan y al regresar del mercado, si no se hace primero el lavamiento de las manos que no se coma, además imponían otras cosas que debían ser observadas rigurosamente, como la purificación de las copas, jarros y utensilios de metal) aquellos escribas y fariseos le preguntaban: ¿Porqué tus discípulos no guardan los mandamientos establecidos como ordenanzas que viene de los ancianos, sino que comen pan con las manos impuras? Entonces Yeshua les dijo: bien profetizó Isaías acerca de vosotros hipócritas, como está escrito: “Este pueblo con sus labios me honra pero su corazón está lejos de mí y en vano me honran, pues enseñan ordenanzas inventadas por los hombres como si fueran mandamientos de la Torah”. Porque vosotros habéis dejado los mandamientos de Yahveh y os habéis aferrado a vuestras propias opiniones. También les decía: bien invalidáis el mandamiento de Yahveh para establecer vuestra propia autoridad porque Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y “el que maldice a su padre o a su madre, de cierto morirá”. Pero vosotros enseñáis que si un hombre dice al padre o a la madre: “Todo el dinero que pudiese usar para ayudarte lo he prometido como korbán”, ya lo demandáis nada más a favor del padre o la madre invalidando la Torah de Yahveh con vuestras propias opiniones que habéis transmitido y como estas, hacéis muchas otras semejantes (Marcos 7:1-13)

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor (Colosenses 3:20)

           Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo y honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra (Efesios 6:1-3)

El Korbán era un artilugio legal por el cual un hijo, para no ayudar a sus padres, decía que ponía todo el dinero a disposición de un sacrificio en el Templo y de ese modo ese dinero quedaba congelado. Sin embargo, la Torah misma era burlada con las tradiciones constituidas en leyes como la del Korbán, una fórmula de juramento mediante la cual el hijo tenía la posibilidad de retirar a los padres el derecho del usufructo de su propiedad. Esto lo lograba declarando como ofrenda a D-os los bienes que le correspondían a los padres. Así, esta ofrenda, por ser sagrada, ninguna otra persona podía reclamarla ni beneficiarse de ella, ni siquiera los padres. De hecho, el hijo ni siquiera tenía necesidad de llevar al Templo el bien declarado como Korbán. Era, por tanto, una ley que permitía la trampa o la oportunidad para que muchos hijos se vengaran de sus padres; actitudes que destruirían el espíritu ético de la Torah (Saban Mario; El Judaísmo de Jesús, pág. 365, Saban Editorial, Buenos Aires, 2008)

Hemos visto 15 citas bíblicas y cerca de 16 mandamientos de cómo hay que comportarse con respecto a los padres. Yeshua confirma todo lo que está en la Torah y en los escritos y en los profetas porque él no vino a abrogar la Torah ni los profetas (Mateo 5:17). Ya la Torah no se aplica como cuando estaba Moisés, ahora se aplica con misericordia, ya no se mata a nadie porque el que se juzga es el pecado no el pecador, porque Yeshua juzga el pecado. Sin embargo, la consecuencia aunque ya no se aplique al pie de la letra por estar en la nueva alianza o nuevo pacto (Jeremías 31:31-34) no significa que ya el mandamiento caducó porque recordemos lo que nos dice nuestro mesías ¡Ni os pase por la mente la idea de que he venido para declarar abrogada la Torah (Ley, instrucción) o los profetas! No he venido a abrogar sino a mostraros cómo interpretarla correctamente. Porque de cierto les digo, hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una yod ni un adorno de una letra sagrada, pasará de la Torah hasta que todo se cumpla. Por tanto, quienquiera que desobedezca uno solo de los mandamientos de la Torah, hasta el más pequeño y enseñe así a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los Cielos. Mas cualquiera que los obedezca y enseñe así a los hombres, muy grande será llamado en el Reino de los Cielos (Mateo 5:17-19).

Ninguna de las citas bíblicas anteriores condicionan el mandamiento, es decir, ninguna cita bíblica dice: si el padre es malo no lo honre, si la madre no estuvo durante mi niñez queda exento del mandamiento. Al contrario dice todo lo contrario y lo confirma el mismo Yeshua, entonces la autoridad de los padres es importante, porque representa la autoridad del D-os todo poderoso y por eso es que se eliminaba a todo aquel hijo que no honrara ni escuchara a sus padres porque si no pueden con los terrenales ¿cómo pueden escuchar al Padre que está en los Cielos? De hecho se mataban porque iban en contra de los mandamientos del Eterno. Porque todo aquel que practica el pecado, vive violando la Torah, porque el pecado es infracción de la Torah (1ª Juan 3:4). Así que el pecado es juzgado por Yeshua pero nunca hay que olvidársenos que sí va a haber un juicio final y cada quien va a ser juzgado conforme a sus actos (Apocalipsis 20:12) entonces, cuando el Eterno nos pregunte ¿honraste a tus padres? ¿Qué le vas a decir, no porque no fueron buenos conmigo o sí aunque no fueron buenos conmigo? ¿Qué es más fácil, amar a quien le ama a uno o amar a quien le hace daño? ¿Qué es más meritorio?

No importa que tan buenos o malos sean nuestros padres con nosotros, nosotros no somos sus jueces, nosotros somos sus hijos que vemos la autoridad de D-os reflejada en ellos y debemos honrarles, temerles, cuidar de hacer o decir cosas que enojen a los demás e insulten a nuestros padres y entre otras cosas que están más arriba.

Cuando recibimos Shabat, nuestros padres decen una oración muy bonita hacia nosotros los hijos que se llama Shemi Beni (escucha hijo mío) dice así:

Salmo 127:3 He aquí, heredad de Yahveh son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre
Proverbios 4:1-2 Oíd, hijos, el castigo del padre y estad atentos para que sepáis inteligencia, porque os doy buena enseñanza, no desamparéis mi Torah.
Proverbios 4:5-14 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides no te apartes de las razones de mi boca; no la dejes y ella te guardará; ámala y te conservará. Sabiduría primero que todo; adquiere sabiduría y ante toda tu posesión adquiere inteligencia. Crece en ella y ella te engrandecerá, ella te honrará cuando tú la hubieres abrazado. Dará a tu cabeza aumento de gracia; corona de hermosura te entregará. Oye, hijo mío y recibe mis razones y se multiplicarán años de vida. Por el camino de la sabiduría te he encaminado y por veredas derechas te he hecho andar cuando anduvieres por ella no se estrecharán tus pasos y si corrieres, no tropezarás. Ten el castigo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida. No entres por la vereda de los impíos ni vayas por el camino de los malos.
Proverbios 4:18 Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Proverbios 4:26-27 Pesa la vereda de tus pies y todos tus caminos sean ordenados. No te desvíes ni a derecha ni a izquierda; aparta tu pie del mal.
Proverbios 8:32 Ahora, pues, hijos, oídme y benditos los que guarden mis caminos.

Nadie en toda la biblia queda maldito por honrar a sus padres, sin embargo, todo el mundo queda horrible cuando no oye a sus padres, cuando no los honran, cuando los humillan, cuando hacen que alguien hable mal de ellos. La única forma que se puede excluir de honrar a los padres es en la religión o cuando le dicen a uno hacer algo que vaya en contra de la Torah o de las enseñanzas de Yeshua. Si es idolatría (religión) lo que el padre le enseña, el hijo puede renunciar a esa orden por amar más a D-os y a Su Torah, si la madre divorciada lo pone a uno en una situación donde uno sienta que estaría deshonrando al padre, uno puede no obedecer a la madre por amor al mandamiento y porque nadie puede ser piedra de tropiezo (Lucas 17:2) para nadie. Una interpretación como una orden de los padres nunca debe ser oída si va en contra de lo que el Eterno establece en Su Sagrada Torah o en contra de lo que Su Hijo enseñó.

Mandamientos de los Padres

Sin embargo, los padres no están exentos de mandamientos:

            Escucha Israel, Yahveh es nuestro D-os, Yahveh es Uno. Amarás a Yahveh tu D-os con tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y llevarás dentro del corazón estos mandatos que hoy te doy. Los inculcarás a tus hijos y hablarás de ellos cuando estés en tu casa, cuando viajes, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y los tendrás como señal en tu mano y serán como frontales en tus ojos. Los tendrás escritos en las jambas de las puertas de tu casa y en los portales de tu ciudad (Deuteronomio 6:4-9)

            La enseñanza del sabio es fuente de vida, para alejarse de las trampas de la muerte (Proverbios 13:14)

            El que escatima la vara odia a su hijo, pero el que le ama le castiga de vez en cuando (Proverbios 13:24)

            Castiga a tu hijo porque hay esperanza, pero no pongas tu corazón en su destrucción (Proverbios 19:18)

Educa al niño por el camino en que debe ir y cuando sea grande no se apartará de él (Proverbios 22:6)

Es cierto, ninguna disciplina al momento de ser impuesta parece razón para estar gozosos, sino tristes; pero luego da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido educados (Hechos 12:11)

Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten (Colosenses 3:21)

         Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos con disciplina y los manda-mientos de Yahveh (Efesios 6:4)

Estos son algunos mandamientos para los padres. El no hacer enojar a sus hijos significa no hablar con ellos, frustrarlos, no tenerles paciencia, etc. por estos motivos lo hijos se enojan con sus padres y los llegan a despreciar entonces para evitar pecar y hacer pecar hay que disciplinar a los hijos con amor así como nuestro Padre Yahveh nos disciplina cuando no cumplimos sus mandamientos (o sea que pecamos, ver 1ª Juan 3:4) así los padres disciplinan mediante el castigo o mediante una llamada de atención y esto no significa que no amen a sus hijos sino al contrario, porque los aman los educan en los mandamientos del Eterno, el padre y madre excelentes son aquellos que inculcan el amor por los mandamientos del Eterno a sus hijos (Deuteronomio 6:4-9) sin la disciplina del Eterno no vamos a ningún lado positivo.

Si algún hijo o padre falla en estos puntos, medite y pida ayuda al Eterno en el nombre de Yeshua y le dará fortaleza para mejorar y cumplir así sus mandamientos, porque si tomamos la Biblia como nuestro libro espiritual es ilógico que no obedezcamos lo que en ella está escrita, porque ella es nuestra vida, ella es el complemento de Yeshua como ya lo he ejemplificado con las mismas palabras de Yeshua. ¿Quiere que todo te vaya bien? Busque el libro más sabio del mundo y obedezca lo que ahí dice. ¿Quiere hijos disciplinados y que amen al Eterno y a Su Hijo? Cumpla con las citas que le expuse. ¿Quiere ser el mejor hijo y vivir más tiempo para gozar de los suyos? Cumpla con las citas que le expuse.