lunes, 21 de noviembre de 2011

CONCLUSIONES

El costarricense es indiferente a la política nacional o está casi siempre, por no decir siempre, en contra de lo que se haga en la Asamblea Legislativa o en las acciones que se decreta desde el gobierno. La indiferencia cívica es el caldo óptimo del cultivo del totalitarismo[1].
El costarricense no agradece porque tiene una democracia aunque, evidentemente, deficiente en muchas cosas, pero la tenemos. Ya lo decían las críticas de los nazis y de los fascistas la democracia se equivoca al darle el mismo valor al voto de un hombre inteligente que al de alguien que no lo es, afirman que la democracia sirve para aniquilar a los hombre más valiosos, a los verdaderamente fuertes e inteligentes, en beneficio de la suma de los débiles e imbéciles[2].
El cambio hay que hacerlo ya, hay que concientizar a las personas para que se interesen más en la política nacional, para que el abstencionismo sea el mínimo en una sociedad que se jacta de ser democrática, se cree la Suiza centroamericana, que somos un ejemplo democrático para todos los demás países en el mundo entero.
Las personas, en general, deben ser más éticas en su actuar, como dijo John F. Kennedy no hay que preguntarse lo que el país debe hacer por uno sino qué puede hacer uno por el país, la crisis en el sistema político costarricense se debe a varios factores ya sea por los actores mismos de la política pero también lo somos los actores indirectos de la política, el costarricense promedio por su indiferencia no ayuda al progreso del país, de nada vale pedir si no se da.
Los medios de comunicación tienen que ser justos y reales con lo que transmitan y publican porque de ellos es también la causa del desinterés y negativa del pueblo costarricense hacia la política que les debería interesar porque lo que pasa en la Asamblea Legislativa le concierne a todos y cada uno de los y las costarricenses sea bueno o malo, no es justo para nadie que se centren solo en lo negativo.
Hace falta presupuesto para muchas cosas, pero en realidad es que está mal distribuido, lo realmente importante para hacer el cambio desde la política es que los políticos costarricenses les hace falta voluntad para cambiar el sistema de nuestro país, no les sirve para sus intereses personales hacer un cambio en la forma en que se eligen los diputados, por ejemplo, que yo apoyo a hacerlo como el alemán donde uno puede votar por el partido y por el diputado directamente, así el costarricense vería y conocería realmente quien es el que está sentado en las curules de la Asamblea Legislativa y tal vez así podría el costarricense atención real de lo que pasa en Zapote y en Cuestas de Moras.


[1] Arias, Óscar: Costa Rica: Los Desafíos Éticos del Presente, 1998, pág. 80
[2] Pacheco, Francisco: Introducción a la Teoría del Estado, 2010, pág. 164

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