lunes, 21 de noviembre de 2011

CRISIS

Retomo el término que utiliza Pacheco para definir crisis que alude a una intensificación de ciertos síntomas que muestra una persona, una situación social, o una actividad, y que las enfrenta de manera radical, con el momento decisivo, con la alternativa son otra instancia: o la remisión del padecimiento, o la caída definitiva[1]. Entonces, deducimos que es un conjunto de acciones en deterioro de algún ente, persona, sociedad, etc. que se agrava con el tiempo y las soluciones son o eliminar el problema o caer ante el problema y dejar de existir.
Pero antes de analizar el porqué retomé este término quiero retomar otro término que es el de la democracia, que viene del griego demos que es pueblo y kratos que es poder. También se puede definir como la forma de gobierno, de organización del Estado, en el cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad al representante[2]. Esta definición nos ayudará a entender donde es que el sistema político costarricense falla a la hora de llevar políticas a favor del desarrollo del país o donde es que falla la Asamblea Legislativa y los partidos políticos en la representatividad real de los ciudadanos.
La democracia es un concepto antiguo, sin embargo, la democracia como la conocemos hoy en día se la debemos a los revolucionarios franceses y americanos que lucharon por la independencia de nuestros pueblos[3]. La soberanía debe residir en las manos del pueblo que son los que sufren las consecuencias de las decisiones tomadas en el poder más importante que establecieron los grandes ilustrados, el Poder Legislativo.
Constantino Urcuyo no explica los factores a tomar en cuenta para establecer donde comienza la crisis que sufre el sistema político costarricense. Establece que los responsables de la crisis son tanto el pueblo como los políticos. Dentro de los factores sociológicos menciona que hay un cambio social, globalización, actores nuevos en la política tras el desarrollo social y una diferenciación social importante. Dentro de los factores de los actores políticos establece que hay una fragmentación partidaria y parlamentaria, transformación de la identidad nacional, partidos políticos nuevos, empate en el sistema, mala calidad de personal político, falta de liderazgo y falta de nuevas propuestas, todo eso se le suma que las instituciones no facilitan la gobernabilidad, además de un populismo mediático[4].
Mientras que Constantino nos dice las causas, Francisco Antonio Pacheco nos dice las manifestaciones de la crisis política en Costa Rica las cuales son la desarmonía social creciente, tiende a escindir al país cada vez de manera más radical; crisis de desconfianza; debilitamiento del Estado y la política y por último una deslegitimación del sistema democrático[5].
Ciertamente, los autores están en la correcta apreciación de los que está ocurriendo en nuestro país, desde mi punto de vista, son complementarios los análisis que ellos hacen.
El cambio social en Costa Rica ha sido rápido en los últimos años, la urbanización creciente, olvido del campesino, desarrollo de la educación superior que crea personas interesadas en materia política nacional, nuevas demandas de la población hacia el sistema, el mundo audiovisual, las libertades dadas a las mujeres. Todo esto cambia la percepción del costarricense a la hora de ver la materia política porque el costarricense ve los sistemas de otros países los cuales son mejores que el nuestro y no agradecen de cierta forma el sistema que tenemos que es mejor que el de otros países.
La urbanización creciente provoca que el costarricense tome una vida más rápida y de consumo donde lo que realmente le importa es consumir de los mejores productos que pueda conseguir sin que necesariamente tenga los recursos necesarios para obtener legalmente los artículos. Esto también se debe a la globalización en que se encuentra Costa Rica en este momento, provocando que la pérdida de identidad que sea el sencillo labriego desaparezca entre tanta influencia extranjera donde todo es mejor que aquí. El sistema costarricense no va a mejorar si no encontramos un sentimiento real de pertenencia y nacionalismo, más allá del conjunto de jugadores que dicen que juegan fútbol profesional, porque aún así no a todos los costarricenses les une el sentimiento o la pasión de este deporte, o al menos no les une el sentimiento de apoyar a este grupo de jugadores que se hacen llamar profesionales en esta área. Porque la sociedad debe organizarse de tal modo que consiga generar en cada uno de sus miembros el sentimiento de que pertenece a ella, de que la sociedad se preocupa por él y, en consecuencia, la convicción de que vale la pena trabajar por mantenerla y mejorarla[6].
A partir de esto, se da un debilitamiento por parte de las instituciones públicas, o las que están a cargo de una rama del Estado. Por ejemplo, el Hospital San Juan de Dios, no pasó ningún examen que realizó el Ministerio de Salud a principios de este 2011, y está funcionando hoy día, esto no es más que el reflejo de que la Caja Costarricense del Seguro Social con 70 años de existencia, está en decadencia y tiene fallas muy graves. No satisface, en muchos casos, las necesidades de la mayoría de la población que no puede pagar un servicio privado.
Esto crea la desconfianza en el sistema, mala imagen de los políticos, debilitamiento del aparato estatal y de sus instituciones, también crea deslegitimación del mismo porque según la teoría iusnaturalista del Derecho Internacional Público dice que el ser humano debe ser el centro de acción de toda norma que el Estado vaya a crear para enaltecer la condición humana. Si no se cumple esto entonces el sistema o el Estado queda deslegitimizado porque no cumple con su función.
La oposición costarricense desde 1949 se ha caracterizado por ser anti-liberacionista y solo le ganan cuando se ponen de acuerdo y dejan a un lado sus diferencias políticas para unirse en contra de alguien, sin embargo, siempre se separan a la hora de obtener el poder entonces es donde Liberación Nacional recupera el poder. Lo importante aquí no es que Liberación Nacional es el malo de la película ni que los opositores son unos inútiles que no pueden contra Liberación Nacional, lo importante aquí es que si la oposición se une puede lograr muchas cosas.
Si las fracciones parlamentarias se pusieran de acuerdo para sacar a este país adelante lo podrían hacer perfectamente. Hoy en día el Directorio de la Asamblea Legislativa está bajo el mando de la oposición lograron lo que querían, destronar a Liberación Nacional, sin embargo, es ahí donde veo uno de los graves problemas de los diputados nacionales, es que andan en busca de dañar al otro para obtener el poder y ya, no andan en busca de obtener el poder para gobernar a favor de los costarricenses y no a favor de sus propios intereses y dejar ver a Liberación Nacional como el malo con ataques directos a la integridad del partido y no con hechos como se debería demostrar que alguien es digno de dirigir las riendas de este país.
Se crea en Costa Rica entonces nuevos intereses de diferentes grupos sociales que están en el área económica del país, y los medios de comunicación muchas veces pueden ser amarillista y no transmitir correctamente la información emitida por el gobierno o por los mismos políticos, diputados o candidatos.
Juan Forch establece que la comunicación y la política están intrínsecamente unidas y que si una no es democrática la otra tampoco y viceversa[7]. Entonces si los medios de comunicación empiezan a tomar en sus manos la agenda política y crean más importancia a esta agenda que a la agenda de la Asamblea Legislativa, como lo dice Constantino, el costarricense entonces va a resaltar lo malo y no ver nunca lo bueno, ya sea un periódico o un noticiero, el costarricense es muy atenido y no busca ni investiga ni va más allá de lo que lee u oye.
La diferenciación social que se ha desarrollado en Costa Rica consiste en la variedad de actores que existen en este territorio, dificultando la representatividad real de los intereses de la mayoría en el gobierno costarricense. Llevando así a una parte de la crisis que no es causa si no que es propiamente de la crisis en sí misma, que es precisamente esto, la falta real de representatividad real de todos los costarricenses en la Asamblea Legislativa, esto lleva a otra fase de la crisis que la deslegitimación del sistema como tal que menciona Pacheco, pero sí es importante resaltar que nuestro sistema permita que los partidos políticos elijan los representantes de la población, sin importar el sistema matemático para eso, es perjudicial para la población costarricense porque las personas realmente no elijen a las personas que, en teoría, representa sus intereses en el poder más importante de Costa Rica.
La fragmentación partidaria y parlamentaria puede ser un arma de doble filo porque significa que se puede decir que los intereses de muchos sectores van a ser representados en la Asamblea Legislativa, sin embargo, en Costa Rica la Asamblea de unos años para acá no logra ponerse de acuerdo en muchas cosas que en otros parlamentos sería de rutina, en una Ley de Tránsito, por ejemplo, donde no contratan técnicos expertos en estos temas se la “juegan” ellos y les sale mal, han cambiado varias veces los mismos puntos en lo que va del 2011, esto es lo que crea la desconfianza en el sistema y lleva a otra causa de la crisis la mala calidad de personal político en el país.
Además de la fragmentación en la Asamblea Legislativa no es tan importante como la falta de identificación de todo la nación costarricense con un color político o con el verdadero apoyo a su candidato antes, en la campaña electoral, y durante, si la gana, durante el ejercicio de la presidencia o el ejercicio de sus diputados (por el partido de preferencia). Pero esto no sucede hay un desligamiento dentro de la sociedad actual de sentirse parte de un partido, más bien, mucha juventud actual le parece esto ridículo y hacen mofa de quienes si luchan por un Costa Rica mejor que los desinteresados también disfrutan y su descendencia también lo hará.
Los costarricenses tienen una paupérrima imagen de los políticos lo que también crea desconfianza en el sistema. Porque al ver que los políticos no se ponen de acuerdo, que muchos proyectos de ley están estancados en la agenda, los medios de comunicación resalta esto, ver que los diputados un primero de mayo hacen todo un escándalo, ver que diputados como José María Villalta (Frente Amplio) llama al pueblo a revolución, a tomar las calles, en vez de agotar todas las vías de negociación sin violencia, es risible, pero más que risible, preocupante.
Estas acciones son lo que debilitan a la imagen pública de todos los políticos este Estado, aunque muchos no sean así pero también salen rascando como se dice popularmente porque se generaliza todo en este país, porque la democracia trata de evitar la violencia y expresar, de una forma real, la voluntad del pueblo más que en manifestaciones, por medio del voto popular.


[1] Pacheco, Francisco: Modernización del Estado Costarricense, 2004, pág. 37
[2] Desconocido
[3] www.costaricaweb.com/general/nuestrademocracia.htm#que significa
[4] Urcuyo, Constantino: Modernización del Estado Costarricense, 2004, págs. 19-27
[5] Pacheco, Francisco: Modernización del Estado Costarricense, 2004, pág. 42
[6] Adela Cortina mencionada por Juan Forch en Costa Rica: Los Desafíos Éticos del Presente, 1998, pág. 103
[7] Forch, Juan: Costa Rica: Los Desafíos Éticos del Presente, 1998, pág. 85

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