lunes, 5 de diciembre de 2011

Ser judío

El término actual de judío es por la religión, en los tiempos de Yeshua judío era el que venía de la tierra de Judá después del retorno de los hebreos a Jerusalén después del éxodo a Babilonia por desobedientes (ver Crónicas), antes de eso los judíos eran los descendientes de la Tribu de Judá, hijo de Jacob (quien el Eterno le cambió el nombre a Israel, que significa Él prevalecerá, después de haber combatido a un Maláj (mensajero, ángel) del Eterno, Gén. 32:24-29), antes de eso el judío no existía. ¿Cómo éramos llamados entonces? Hebreos, que significa los que saltaron, y ¿qué saltamos? El río Éufrates cuando Abram lo cruzó porque el Eterno le dijo que saliera de la tierra de Uz (Gén. 12).
El judío actual, como ya dije, es el que sigue las normas de los ortodoxos y esas normas de hombres por encima de la Torah. Ser Hijo de Israel es reconocer que uno es descendiente de Avraham  por medio de la fe en Yeshua y amar y cumplir lo establecido por el Padre, hoy día no se puede saber con certeza de cuál Tribu de los hijos de Yaacov es uno descendiente porque está escrito que seríamos esparcidos por la Tierra como dice en Levítico 26:3 y Deuteronomio 28:64, y por ende no sabemos de cual Tribu venimos.
Sin embargo, los Hijos de Israel que siguieron adorando al Eterno al ser llevados al exilio varias veces, entre esas a España, dijeron: ya que vamos para Sefarad (España y Portugal) y otros lugares vamos a ponernos apellidos para así poder identificarnos, entonces por ejemplo los apellidos de colores (Black, Weiss, Green, Rojas, Blanco entre otros); los que terminan en –ez (Hernández, Fernández, Bermúdez, Pérez, Páez, Juárez, entre otros); los que terminan en –sky o –ski (Israelsky, Anski, Warszawski, Kuznitzky, entre otros); los que termina en –ich (Ibrahimovich, Tikhonovich, Leskanich, entre otros); de objetos (Arroyo, Lagos, Castillo, Alcázar, Solano, Rivera, Salas, Kohen, entro otros); así como apellidos que se sacan de quien sabe donde como Echeverría, Acevedo, Castro, Solís, Cambronero, Souza, Pereira, Sequeira, Bejarano, entre otros; de profesiones (Zapatero, Herrera, Aguilera, Alfaro, Spielman, Fishman, Chairman, Smith, Potter, Schneider, entre otros), los de lugares bíblicos (Mizrahi, Ávila, Avilés, Dávila, entre otros), los que terminan el –itz (Wolowitz, Manichewitz, Stiglitz, Ritz, entre otros); de animales (León, Cabrera, Conejo, Lobo, Villalobos, entre otros); adjetivos o características de algo o alguien (Espinoza, Delgado, Delgadillo, entre otros); de tribus de Israel (Levi, entre otros); así se cumple la promesa de que descendencia de Avraham va a ser incontable como el polvo (Gén. 13:14-17).
No seremos judíos como actualmente se le conocen a los ortodoxos y ultra ortodoxos, pero sí somos descendientes de Avraham y somos hijos del pacto y como tales tenemos la responsabilidad de cumplir los mandamientos que están destinados al pueblo de Israel por amor al Eterno, porque ser gentil es estar fuera del pacto, es no tener nada con el Eterno, pero con la fe siendo gentil se puede ser salvo y estar dentro del pacto, pero hay más responsabilidad siendo lo que somos, Hijos de Israel.
Además de esto, lo que suscitó en la Edad Media fue desastroso para el pueblo hebreo porque muchos fueron obligados a cambiar de fe y convertirse al catolicismo o morían y decían[1]:
Yo ____________ renuncio a todas las costumbres, ritos, panes sin levadura, y sacrificio de corderos de los judíos, a todas sus fiestas, sacrificios, oraciones, aspersiones, purificaciones, santificaciones, ayunos, nuevas lunas, sábados, himnos, cánticos y observaciones de la sinagoga y a la comida y a la bebida de los judíos. En una palabra, renuncio absolutamente a todo lo que sea judío, cada ley, cada rito, cada costumbre y si después de esa renuncia deseara negarla y regresar a la vida judía o ayunando con ellos o secretamente conversando con ellos y condenando la religión cristiana en vez de confundirlos a ellos y condenarles su fe, entonces que la maldición de Caín y la lepra de Giezi caigan sobre mí, tanto como los juicios legales que reconozco que soy merecedor. Y pueda entonces yo ser anatema en el mundo que viene y que mi alma sea echada fuera con Satanás y los demonios”.
Muchos se convirtieron sin problema, muchos fueron obligados gracias a las Cruzadas y a la “Santa” Inquisición. ¿Cómo en Costa Rica tenemos tantos apellidos judíos y no la sabíamos? Uno, porque la Iglesia Católica se encargó de quitarnos toda la raíz hebrea que tenemos y dos, porque Fernando el Católico firmó a comienzos Agosto de 1492, junto con el rey de Portugal un edicto que expulsaban a los judíos de España y Portugal y ellos se vinieron en las carabelas de Colón, no todos eran esclavos ni maleantes, ladrones, forasteros escapando de la justicia como sino que la mayoría de ellos eran judíos escapando de las manos de los católicos.


[1]¿Por qué los judíos no aceptan a Jesús?, Dan ben Avraham, 2008, pág. 51

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